miércoles, 5 de mayo de 2010

SEGURIDAD Y EFECTIVIDAD DEL ENTRENAMIENTO CON SOBRECARGA PARA ATLETAS JUVENILES

Los beneficios del entrenamiento juvenil con sobrecarga están bien documentados y están siendo aceptados de manera universal entre los profesionales de la salud, en especial en los Estados Unidos (11, 12), y cada vez más en el Reino Unido (43). En la actualidad las asociaciones de profesionales de aptitud física y las organizaciones de salud están de acuerdo en que el entrenamiento juvenil con sobrecarga apropiado para la edad es seguro y beneficioso cuando se lo realiza bajo una supervisión calificada (12, 27, 43). No obstante, el reconocimiento público de estos beneficios continúa rezagado, aún existen malentendidos y conceptos erróneos.
Históricamente, las preocupaciones acerca de que el entrenamiento juvenil con sobrecarga deriva en un riesgo considerable de dañar las placas de crecimiento. Esto podría interferir de manera potencial en el crecimiento normal. En realidad, nunca se ha documentado el daño a las placas de crecimiento con programas de entrenamiento de fuerza para niños que hayan sido administrados y supervisados por personal calificado. De hecho, los estudios que utilizan un entrenamiento con sobrecarga adecuado, informan un índice bajo de lesiones de cualquier tipo (11). Lejos de frenar el crecimiento, la prueba contemporánea es que el entrenamiento con sobrecarga, combinado con una nutrición adecuada, tiene el potencial de aumentar el crecimiento en el marco de los límites genéticos en todas las etapas del desarrollo (11).
Las causas más comunes de lesión al comenzar un entrenamiento con sobrecarga incluyen la técnica de levantamiento incorrecta, el intento de levantar cargas excesivas, el uso inapropiado de los aparatos y la ausencia de una supervisión calificada (11). Todos estos factores pueden reducirse o eliminarse con un entrenamiento administrado y supervisado de manera adecuada (43).Naturalmente, los jugadores jóvenes, como cualquier levantador inexperto, deberían comprometerse sólo con programas de entrenamiento de fuerza preparados por entrenadores calificados, con aparatos seguros y con la supervisión de instructores calificados. Sin embargo, si se reúnen estas condiciones, no hay razones de seguridad para evitar que los jugadores jóvenes inicien un entrenamiento de fuerza supervisado (27). La realidad es que los niños están expuestos a fuerzas mayores y de mayor duración durante la práctica de deportes y actividad física recreativa que aquellos que se encuentran en medio de un entrenamiento de fuerza, aún cuando vayan a realizar un levantamiento máximo (11). De todos los ejercicios del entrenamiento con sobrecarga, es posible que los ejercicios del entrenamiento de fuerza abusen de las mayores fuerzas del sistema músculo-esquelético joven. A pesar de todo, el informe de lesiones sugiere que el entrenamiento y la competencia de fuerza que se realiza bajo la supervisión de entrenadores calificados es una de las actividades atléticas más seguras que emprenden los atletas jóvenes (19).

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